Posiciones. Del lateral defensivo.

 Tras un arquero infalible hay un coloso detrás, y no me refiero a la altura, al poder o envergadura, sino al valioso ejercicio que ofrece este secundario. Una vez dispara el hombre echa mano del carcaj encontrando cada vez y sin excepción alguna una flecha para el tiro, consecuencia del trabajo de este discreto soldado, que recoge proyectiles en el campo de batalla ignorando los peligros que tal acción presupone. 

Asimismo esta labor renace con la pelota, siendo el raudo lateral encargado del disparo y el que defiende su área un escudero sutil. ¿Cúal prefieren de los dos, quien ejecuta el encargo o el que mantiene el negocio? Servidor en este caso se inclina por el segundo, he aquí las razones que sostienen mi elección:

El lateral es defensor, por mucho que luego ataque y viva en campo contrario, siendo su fin primordial formar parte del bastión. Si resulta talentoso e infalible al rematar, centrando sin fallo alguno, filtrando pases de oro; debería por supuesto tomar otra posición. Realizar la acometida sobre una fortaleza siendo al mismo tiempo centinela de la tuya es tarea complicada y casi nunca provechosa.

De ahí que reivindique al lateral conservador, al que cubre cual central, pretoriano sobre banda, dicha parte del terreno de importancia similar. Si al igual que descansar sin remordimiento alguno permite afrontar el sueño libre de cualquier temor, iniciar así el  asedio con el riesgo que supone nos resulta más sencillo al cubrir nuestras espaldas. Digamos que esta figura representa un comodín, vida extra o un arnés que sujeta ante el vacío, una gran comodidad poco o nada valorada apostando cada bola siempre a un todo siempre a un nada. 

Como ejemplo reciente cito a Ivanovic, antiguo lateral derecho del Chelsea, el cual siempre jugó a un nivel notable alto siendo realmente complejo poder superar su marca. Por otro lado destacaba por un rudo aéreo y por detentar a veces la posición de central.

Comentarios

  1. Discrepo ligeramente. Hoy en día, con un fútbol tan físico que tan poco espacio deja para el talento, un carrilero que pueda sorprender ofensivamente, se me antoja muy útil.

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  2. Por supuesto, mi intención era recordar la importancia del lateral defensivo, sin desmerecer al que centra sus esfuerzos en el ataque, ambos igual de primordiales.

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