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Mostrando entradas de septiembre, 2020

Del balón parado.

El estudio y previo ensayo no reciben atención, no al menos la suficiente siendo estos decisivos. Tratándose de un deporte donde prima la ventura, donde el azar es capaz de tumbar cualquier talento, controlar y predecir aunque sea un mero instante puede suponer la brizna que decante la contienda. Tan veloz es la refriega, tan incierto su futuro, que debemos aferrarnos a esa tregua sin dudar, dichas pausas nos permiten retomar la conducción exprimiendo todo el jugo que contiene la teoría.  Desde el pase del portero dirigido hacia su nueve el cual sabe por costumbre donde debe prolongar, a un  saque de banda que da inicio a una emboscada sorprendiendo con la misma incluso al más perspicaz. Lograr un acierto fiel, elevado porcentaje a través de estas acciones, no solo permite vencer en más ocasiones gracias a aumentar el gol, sino que además provoca un daño difícil de combatir, un miedo y mayor respeto del rival a tu estrategia, un cambio de sus esquemas para poderla enfrentar. Y...

Del experto y el prodigio.

 Hace relativamente poco terminó la Champions League con el duelo PSG-Bayern, un suceso que es perfecto para expresar mi argumento.  Llegados a la élite, en la cima del deporte conocido como fútbol, existen dos tipos de jugadores según su potencial, un primero que se eleva hasta límites ignotos siendo estrella indiscutible y centro de cuanto ocurre, y un segundo que, aún sin duda gozando de un talento formidable no alcanza a detentar tal poder y condición, siendo este un ingeniero, un perito o un experto, no alcanzando a formar parte de los astros y su estela. El equipo parisino como podéis apreciar era un retrato perfecto de cualquier constelación, reuniendo cuantas estrellas su chequera le permite y apostando el devenir a su fina inspiración.                                Por otro lado están los bávaros, sin general aparente pero capaz igualmente de tomar cualquier bastión. Ante esta tesitura, t...

Posiciones. Del lateral defensivo.

 Tras un arquero infalible hay un coloso detrás, y no me refiero a la altura, al poder o envergadura, sino al valioso ejercicio que ofrece este secundario. Una vez dispara el hombre echa mano del carcaj encontrando cada vez y sin excepción alguna una flecha para el tiro, consecuencia del trabajo de este discreto soldado, que recoge proyectiles en el campo de batalla ignorando los peligros que tal acción presupone.  Asimismo esta labor renace con la pelota, siendo el raudo lateral encargado del disparo y el que defiende su área un escudero sutil. ¿Cúal prefieren de los dos, quien ejecuta el encargo o el que mantiene el negocio? Servidor en este caso se inclina por el segundo, he aquí las razones que sostienen mi elección: El lateral es defensor, por mucho que luego ataque y viva en campo contrario, siendo su fin primordial formar parte del bastión. Si resulta talentoso e infalible al rematar, centrando sin fallo alguno, filtrando pases de oro; debería por supuesto tomar otra po...

Recursos Olvidados. La puntera.

Quizás al que finge una caída o la muerte en un combate para luego sorprender con su daga al enemigo no le tilden las leyendas como un héroe o salvador, pero al menos subsistió y acabó con su rival, logrando así el mismo fin que el perfecto caballero derrotando con justicia y bravura al enemigo. Así es que un gol resulta de la acción más formidable como puede provenir de una indigna pirueta, siendo igual la consecuencia y añadiendo al marcador uno más en ambos casos.  De ahí nos surge el pensamiento ¿Cuanto vale o cuanto sirve la imagen de cara al gol? Cuando este precisamente es amante generoso que acepta cuantos disparos logren abrazar la red, ignorando la belleza o el origen del disparo él acepta sin reservas cuanto derrote al portero. Esto lleva a deducir que uno puede renunciar a la estética y el lujo siempre en pos de la victoria, al fin y al cabo no existe mejor modo de anunciarse que venciendo con holgura a cuanto rival te cruces. O puede que me equivoque, que importe más u...